No es un secreto que Madrid esta patas arriba con tanta obra, pero lo peor de este caos, es la falta de seguridad que todos los madrileños sufrimos en las zonas de las obras.
Un ejemplo de este es en el único acceso peatonal desde el Paseo de la Castellana a la estación de tren de Chamartin.
El acceso es un estrecho pasillo de apenas un metro, sin asfaltar, sin ninguna vigilancia, y lo peor de todo sin iluminación encendida .
Se puede ver en el mapa y señalado en rojo, la parte del camino aun teniendo iluminación, nunca la enciende, sobre todo los fines de semana.