CARTA DEL DIRECTOR

Han pasado más de siete años pero aún debo de guardar, fosilizada en algún sitio, la mueca de estupor que se me dibujó en el rostro cuando la primera vez que me invitó a La Moncloa, justo antes de sentarnos a cenar, Zapatero me hizo la última pregunta que podía esperar escuchar en aquel sitio: «¿Oye, tú crees en Dios?».

No sé cómo hubieran reaccionado ustedes. Mi primera tentación fue darle un corte en clave ácida, rígida o irónica. Pero mientras dudaba entre el «¿y a ti qué te importa?», el «eso forma parte de mi intimidad» o el «no hablaré si no es en presencia de mi abogado», él aprovechó mis dos segundos de sorpresa para contextualizar su interrogante: «Es que yo no creo… ¿sabes?».

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Para  Enrique Dans, profesor de Sistemas de Información en IE Business School, lo acontecido en la capital británica lo describe como:

Lo que allí está sucediendo no es “delincuencia” ni son “bandas violentas”, no os dejéis engañar. De la misma manera que en España los “indignados” no son “perroflautas”. Lo del Reino Unido es el resultado de ignorar conscientemente las reclamaciones y los movimientos de la juventud más interconectada de la Historia durante más de un año, y de reprimirlos mediante una intensificación progresiva en el uso de la policía: precisamente la política de “mano dura” que algunos piden y que otros han anunciado que van a practicar.

Para el señor Dans es normal que sus indignados, quemen las casa, roben en propiedades privadas, asalte a sus vecinos dejándolos en la calle y se asesinen a personas que defienden sus intereses.

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El articulo esta lleno de perlas indignas de un profesor de una escuela de negocios, justifica allanar el imperio de la ley por sus preciados indignados que han demostrado su violencia en diversas ocasiones.

Refugiarse en “es que rompen las reglas”, “es que molestan”, “es que los comerciantes se quejan”, “es que ocupan la plaza” o “es que son perroflautas” ante lo que está siendo el movimiento más pacífico y civilizado del mundo, y enviar a la policía o a los mossos d’esquadra a practicar la represión a golpe de porra ante personas desarmadas que gritan “estas son nuestras armas” con las manos en alto es pedir a gritos que las protestas evolucionen.

Vallamos todos a la casa del señor Dans a limitar su libertad de movimientos durante tres meses, llenemos su calle con 17 toneladas de basura y no le dejemos dormir.

A lo largo de un año de protestas, en un entorno con una juventud sometida a unos niveles de paro y falta de expectativas cada vez mayor, la respuesta de la Administración ha sido una creciente represión policial.

Entonces en  España con un paro juvenil del 40% tendríamos que literalmente tomar La Moncloa y colgar del palo mas alto al presidente, demencia Enrique.

La respuesta a esta pregunta la ha dado en una entrevista el gerente de la Conferencia Episcopal, Fernando Giménez Barriocanal.

De los 50 millones de euros del presupuesto, el 85% sera pagado por los peregrinos y el 15% restante por empresas privadas.

Llegados a este punto, la repuesta a la pregunta es muy sencilla, al erario publico no le costara un euro.

Pero cierta izquierda no puede perder la oportunidad de sacara un rédito político al asunto, es el caso de IU (Izquierda Unida) que por boca de la coordinadora del Área de Juventud de IU, Esther López Barceló (una gran defensora de la democracia cubana), llama al boicot del JMJ pues la iglesia católica y por extensión todos los católicos practica activamente la homofobia, bifobia, lesbofobia, transfobia y el heterosexismo.

Como no les importa mentir, y lo importante es alimentar a sus borregos digitales, han pedido que despotriquen por Twitter al ritmo del puro insulto, llegando a pedir que se parta la cara al Papa.

Como la mentira tiene una patas muy cortas, una persona tuvo el suficiente coraje para llamar a IU y preguntarles si sabían que estaban mintiendo, y la respuesta vale la pena escucharlo.

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